Elegir vivir en este planeta no ha sido una mala decisión... He visto cómo algunas cosas negativas suceden, pero analizándolo desde otra dimensión, cuando te detienes en detalles, todo pasa por alguna buena razón, por muy dolorosa que sea la experiencia.
He visto cosas hermosas en este Planeta que espero registrar en este humilde espacio que me llena de calma, que me hace sentir en casa. El país donde decidí pasar la mayor parte de mi vida "humana" está lleno de tantas riquezas que todos los que habitan en él deberían sentirse orgullosos y saberse los habitantes más agraciados de la vía láctea.
Cuando supe que lo iba a conocer, estaba emocionada. Tantos años escuchando hablar de él en el colegio, en los libros, en posters, en la tele...Me arreglé lo más que pude para conocerlo, para verlo de cerca, para que me encontrara bonita.
Después de unas cortas horas de vuelo en un Caravan de 12 puestos, sentí como la pequeña aeronave giraba a la derecha, mi sistema circulatorio aceleraba su proceso y los colores de mi piel iban cambiando paulatinamente. Y allí apareció él, majestuoso, impecable, imponente, hermoso, unico, humilde: P E R F E C T O.
En mi condición de humana, envidié sanamente a Ernesto Sánchez La Cruz y a James Angel, quise volar hasta su cima y quedarme paradita allí, contemplándo el horizonte, consinténdolo un rato, diciéndole suavemente lo mucho que lo amaba y lo admiraba...Susurrando su nombre: Kerekupai-Merú.
Sólo duró un instante que para mi fue igual a una eternidad. Mientras mi corazón hacía la promesa de volver a visitarlo, me dí cuenta que mis ojos imitaban al Gran Salto.
He visto cosas hermosas en este Planeta que espero registrar en este humilde espacio que me llena de calma, que me hace sentir en casa. El país donde decidí pasar la mayor parte de mi vida "humana" está lleno de tantas riquezas que todos los que habitan en él deberían sentirse orgullosos y saberse los habitantes más agraciados de la vía láctea.
Cuando supe que lo iba a conocer, estaba emocionada. Tantos años escuchando hablar de él en el colegio, en los libros, en posters, en la tele...Me arreglé lo más que pude para conocerlo, para verlo de cerca, para que me encontrara bonita.
Después de unas cortas horas de vuelo en un Caravan de 12 puestos, sentí como la pequeña aeronave giraba a la derecha, mi sistema circulatorio aceleraba su proceso y los colores de mi piel iban cambiando paulatinamente. Y allí apareció él, majestuoso, impecable, imponente, hermoso, unico, humilde: P E R F E C T O.
En mi condición de humana, envidié sanamente a Ernesto Sánchez La Cruz y a James Angel, quise volar hasta su cima y quedarme paradita allí, contemplándo el horizonte, consinténdolo un rato, diciéndole suavemente lo mucho que lo amaba y lo admiraba...Susurrando su nombre: Kerekupai-Merú.
Sólo duró un instante que para mi fue igual a una eternidad. Mientras mi corazón hacía la promesa de volver a visitarlo, me dí cuenta que mis ojos imitaban al Gran Salto.
Comentarios
Muy original el enfoque de tu blog! Anotado para visitas futuras!
PD: nada que ver con planetaria? verdad? lol
PD: Saludos!